No estoy de acuerdo con que se diera la orden a la policía para entrar a trapo contra los jóvenes manifestantes del otro día, si estos sólo protestaban pacíficamente. Me gustaría de todas formas reflexionar, por otra parte si estos niños, saben a ciencia cierta lo que están gritando en algunos momentos por las calles de Valencia.
Algunos de los manifestantes son estudiantes adolescentes que no se han aprendido bien la revolución rusa, o puede que esa lección se la saltaran o a saber cómo se la explicaron.
Los recortes no nos gustan a nadie, es más, tenemos todo el derecho del mundo a protestar, a darnos cuenta que toda la vorágine de derroche en que nos hemos visto envueltos, ha sido una ficción por la que ahora vamos a pagar, ya sea vía recortes o vía impuestos.
Pero de ahí, a pasarse de la raya y a tomar como medida drástica la opción por la violencia, no estoy de acuerdo. La violencia solo engendra violencia. La calle es de todos y todos, absolutamente todos los ciudadanos de a pie, estamos indignados con los dirigentes que hemos tenido de uno u otro color político.
La solución, no es romper farolas y quemar contenedores, es más, si se destrozan también tendremos que pagarlos nosotros.
La violencia es propia de totalitarismos, me niego a participar en manifestaciones en las que se enarbolen consignas anti sistema.
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