Mientras aun nos resuena en la cabeza el canto de los niños de S.Ildefonso, nos consolamos en el día de la salud y nos reencontramos con familia y amigos. Estos días la calle parece que da una tregua a los problemas y nos felicitamos como esa costumbre anual. Pienso que la felicitación tambien es un acto de agradecimiento a los demás, de demostrar un "gracias por estar ahí", por seguir vivo y poder desearnos felicidad, por poder acordarme de ti. ..Saber felicitar se aprende de los padres. Hoy he tenido que felicitar a varias personas, debía hacerlo, algo o más bien alguien en mi interior me obligaba a hacerlo, era como ese "continuar con la tradición".
Desde este blog tambien os deseo a vosotros una Feliz Navidad y ya sabeis ese algo interior no existe, son los padres.
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