Más de un millón de familias en España tiene a todos sus miembros en paro. Los meses se van sucediendo y poco a poco, va aumentando y se va engrosando la lista, de las personas desempleadas que, ya no reciben ningún tipo de subsidio.
Ante estas escalofriantes cifras y datos, cabría preguntarse, cómo es que la sociedad española no se ha echado a la calle, cómo con la situación que hay, aun podemos dar gracias que no haya ocurrido ninguna barbaridad, en forma de violencia o disturbio grave.
Ahora que la Conferencia Episcopal, acaba de hacer públicas las cifras económicas, de lo que ha supuesto de alivio en forma de beneficios, la organización y desarrollo de la JMJ, especialmente para la ciudad de Madrid. Ahora es, cuando me pregunto, si la JMJ y los valores que propone esta, sirven para que los ciudadanos españoles, aun mantengamos ese concepto tan alto que tenemos de la familia.
Llama la atención, si nos comparamos con otros países europeos, en los que si te ves en condiciones precarias, te tienes que apañar solo y como puedas, puesto que en esos mismos países, el concepto de familia no lo tienen tan arraigado culturalmente como nosotros.
No sería tan extraño pensar, que el valor que le damos a la familia en España, y que se traduce en ejemplos diarios, que estamos viendo como, la ayuda de esos padres, que están tirando del carro, porque el hijo no pueda con la hipoteca y los niños, o porque ese hermano, esté echando una mano al otro, sea la causa de este, "mantenernos en la serenidad".
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