Hay momentos en la vida, que hacen que se te ponga un nudo en la garganta, este año han habido por diversas circunstancias, muchos momentos de esos en la mía. Momentos que no se olvidan porque tienen una carga emocional muy fuerte. Sabía que esta Navidad iba a ser diferente para mi familia y para mi. Confieso, que estoy intentando hacer un esfuerzo por, a pesar de todo, estar alegre, no preocupar a los demás, no sentirme sola...
Ha sido muy emotivo tanto ayer y hoy, ver como mis hermanos y mis sobrinos eran capaces de aguantar lágrimas para no contagiarnos tristeza. Gracias de corazón. Ahora solo falta acabar con este año de una vez por todas, lo remataremos bien, seguro...
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